Cuentan que el conocido pantalón “chino”, que tan bien lucía Steve McQueen, nació en el siglo XIX en la India. El primer diseño se creó a partir de las peticiones que hicieron los soldados del Ejército, los cuales querían pantalones confortables, menos vistosos y que no se ensuciaran tan fácilmente como los blancos del uniforme oficial. Seguramente de ahí surgió el nombre alternativo que tiene esta prenda: el khaki que literalmente significa polvo.
¿Cómo se caracteriza el chino o khaki? Por sus bolsos en bisel antes que nada, que marca la diferencia con otra prenda mítica, el vaquero. Este último tiene un bolso más pequeño y redondo cuando el chino suele tenerlos más grandes. También suele llevarse no apretado sino que más relajado. Es sobre todo una prenda que se convierte en los años 60 en un ineludible de la Ivy League. Eso está entre otros debido al G.I. Bill, ley americana que permite la inserción de los militares americanos en las universidades. La ley del 1944, dejando que los GIs americanos se mezclaran con los estudiantes, firma así sin saberlo lo que iba a convertirse en la estética militar en la moda. El chino pertenece a esta familia y ha sabido ganarse el corazón de los universitarios.
Con el paso de los años, el chino ha ido evolucionando y cogiendo otras tendencias para convertirse en la prenda clásica que es hoy. Entre otras cosas, el color se ha ido declinando y el viejo khaki ya no se propone solo en color de polvo: se puede encontrar en rojo, azul, verde, negro e incluso blanco, lo cual resulta ser gracioso si pensamos en como nació el chino.
