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febrero 2016

EL CHAQUÉ… UNA ELECCION ACERTADA…

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El Chaqué es histórico, surgió en el siglo XIX, en Inglaterra, cuando los jinetes de la corte británica lo utilizaban como traje oficial y como una prenda utilizada por los caballeros ingleses para montar a caballo, derivada de las casacas«redingote», abiertas por detrás para su comodidad a la hora de montar. Su uso en la caza por los caballeros ingleses, la convirtió en una de las prendas más elegantes para el hombre y pasó a utilizarse en bodas y recepciones oficiales.

El chaqué es una de las prendas más utilizadas en las bodas, sobre todo en las ceremonias religiosas. No hay, sin embargo, ninguna “ley” protocolaria que indique qué es mejor a la hora de casarse: si el traje o el chaqué. Todo depende de la elección personal del novio. El chaqué es un vestuario de ceremonia de día: normalmente se usa en las bodas de mañana y hasta el atardecer. No es un traje de noche.

Si has elegido llevar chaqué el día de tu boda, o la pareja te ha pedido que lo lleves, recuerda que el chaqué está compuesto por chaqueta, camisa, pantalón y chaleco.

La chaqueta es, quizás, la parte más llamativa de este traje debido a su longitud: los largos faldones que cubren la parte trasera de la chaqueta es su seña característica. Las chaquetas pueden ser negras o grises, aunque la negra es, quizás, más ceremoniosa. Evita las chaquetas demasiado ajustadas, aunque tampoco grandes: en su justa medida. Los tablones del faldón han de estar siempre montados uno sobre el otro y el largo que se suele recomendar es el que llega justo al punto de flexión de las rodillas, en las corvas. Sin embargo, si el hombre es bajito, es recomendable subir estas puntas 2 o 3 centímetros para poder parecer más estilizado. Por otro lado, asegúrate en las pruebas de su absoluta confortabilidad: ten en cuenta que será un día en el que des muchos abrazos y harás muchos gestos con la chaqueta. Algunas expertos en protocolo recomiendan el color gris para la mañana y el negro y gris oscuro para la noche, pero cada vez hay más flexibilidad en este tipo de asuntos. De hecho, últimamente se han visto trajes en color azul marino que se empiezan a poner muy de moda.
Recuerda además que el último botón no se suele abrochar.

El pantalón es gris o negro y está listado con finas rayas verticales. Su corte es clásico y se cincha obligatoriamente con tirantes. Un chaqué nunca se lleva con cinturón. Es más, ni siquiera el pantalón tiene trabillas. El tejido cheviot suele ser el más usual pero en  verano también tienen mucha aceptación la lana fría.

La camisa generalmente es blanca, aunque en los últimos tiempos hay más flexibilidad al respecto. Nunca lleva botones en el cuello y los puños son dobles, es decir, para usar con gemelo. Si vas a usar este traje ten en cuidado con el equilibrio entre la manga de la chaqueta y el puño de la camisa: ambos tienen que estar compensados. Igual que ocurría con la chaqueta, la camisa ha de tener todas las garantías ya que es un día muy especial.

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Aunque tradicionalmente se han elegido corbatas en gris perla, cada vez es más habitual corbatas de todos los colores y diseños en las bodas. No obstante, las reglas protocolarias recomiendan mesura en los colores (no los más estridentes) y suelen aconsejar las rayas y los lunares como opción de diseño. Una vez más, la boda es del que se casa por lo que la elección corresponde a los novios. De hecho, últimamente incluso se están viendo corbatas escocesas así que ¡échale imaginación!

Finalmente, el traje termina con el chaleco. El chaleco puede ser de varios colores, si bien el clásico es el gris. Puede ser recto o cruzado (o “inglés”). También varían el número de botones. Lo normal son tres, aunque la moda en chalecos está cambiando mucho en los últimos tiempos.  Es recomendable que la corbata conjunte armoniosamente con el color del chaleco elegido o bien porque sea de la misma gama (sin tener que ir a conjunto) o bien porque contrasten de una manera estética.

Los zapatos normalmente son de cordón, lisos y de piel, en color negro. Lo ideal son los tipo “Oxford” con los que no te confundirás. Si puedes, evita brillos innecesarios en este complemento.

No descuides otros detalles como la elección de los gemelos, el pañuelo del bolsillo, los tirantes o los calcetines.
El pañuelo suele tener fondo blanco, pero igualmente las costumbres están cambiando.